Dependencia Emocional

Las relaciones sociales, las relaciones de pareja precisan madurez y habilidades de comunicación para mantener un nivel adecuado y armonioso en la convivencia diaria.
Cuando uno de los integrantes de la pareja requiere del otro para validarse, para reconocerse importante, útil, productivo, necesita sentirse amado y exige exclusividad, una necesidad excesiva de ser cuidado, sumisión y miedo a la separación, podemos hablar de una dependencia emocional.

Esto es muy frecuente en las relaciones de enamoramiento, noviazgo y aún en el matrimonio. Normalmente una pareja manipula a la otra haciéndole sentir inferior, desvalorizando el aspecto físico, formas de pensar, comportamientos; se observa crítica constante, órdenes absolutas como impedirle mantener sus amistades sociales y familiares, haciéndole sentir que su vida es insignificante. La persona con dependencia emocional delega en los demás la responsabilidad de sus decisiones porque se siente incapaz de hacerlo por sí mismo. Por ello, puede tolerar todo tipo de maltrato de su pareja, familia u otras relaciones interpersonales por temor a perder el apoyo y validación de esta persona.

Tanto el agresor como la víctima mantienen patrones psicológicos, de comportamientos inadecuados y requieren reconocer su condición para iniciar un proceso de mejora personal y de pareja. Ambas personas necesitan analizar sus pensamientos, creencias, emociones y comportamientos para tomar decisiones independientes y respetuosas de sí mismos y de los demás.